Mi segundo intento de cupcakes o cómo darme cuenta que necesito el curso de Aymar más que comer carbohidratos y mi agradecimiento a Gema

Debe ser el tiempo que con tantas subidas y bajadas me tiene la cabeza loca, aún más de lo habitual. No me deja pensar con mucha claridad, aunque según pasan los años veo que es bastante innecesario y así pasan la vida, felices, quienes menos piensan. Además tanto cambio metereológico me enrojece los ojos y me vuelve las piernas y los pies de goma, con lo que tampoco me apetece hacer prácticamente nada en la cocina al margen de comidas y cenas diarias (claro, eso es impepinable). Me he animado más que nada para seguir investigando un poco en cuanto a texturas y aproveché unas cositas que había comprado hace tiempo. Una base para hacer magdalenas a la que solo hay que añadirle agua y aceite o mantequilla (yo puse las dos y además un chorro de leche porque sino quedaba pastoso); unos minimoldes de silicona (2 euros 12 unidades!) y mi estabilizante de nata, una de mis últimas adquisiciones a la que aún no le había dado uso, para el frosting hecho con nata,  azúcar glass y un poco de colorante violeta.

Con el horneado, ningún problema... lo único que eché demasiada pasta en cada molde y subió mucho cada mini magdalena con lo que para adornalo era mejor cortar un poco el copete.

El frosting no me quedó con la textura deseada, según pasaba el tiempo iba perdiendo agua (las expertas pueden echarme un cable y decirme por qué) y quedabaa como un poco granulado, de sabor no estaba muy mal aunque a mi particularmente no me gustaba mucho (sabía mucho a nata dulce puaj!)

Por último y ya para terminar quiero mostrar mi agradecimiento a Gema ya que me ha otorgado un premio desde su Nube y me hace mucha ilusión así que desde aquí le mando todo mi cariño porque ya se que mi regalito está en camino. Un besazo y también mi agradecimiento a todos los que me leeis en algún momento, aunque sea un minutito. ;D ;D ;D