No me he podido resistir. Preparé unas empanadillas gigantes para cenar y les he tenido que sacar una foto. Os diré que esos utensilios cierra-empanadillas son un auténtico fiasco, más que cerrar intentaban romperme la masa así que acabé por cerrarlas con el utensilio de antaño (y mucho más eficaz)... el tenedor. La masa la compré ya hecha y la podéis adquirie en cualquier tienda (las próximas prometo preparar yo la masa que no es tan complicado - creo vamos, no será como hacer macarons juajua- )
Las rellené unas con carne picada y otras con atún. Las dos preparaciones llevan cebolla muy, muy, muy picada; pochada en un poco de aceite, después añadí bien la carne (sazonada con ajo en polvo y una pizca de sal) o bien el atún (escurrido del aceite); luego un chorro de tomate frito y por último huevo cocido (en mi caso lo paso por un aplasta ajos (que dicho sea de paso vale para hacer pelo de adorno con cualquier sustancia semi-blanda)) para que quede como hilitos y lo tome bien mi peque (a la que, al contrario que a mí, no le gustan los huevos fritos ni cocidos). Revuelvo bien y pongo una cucharada en el centro de cada plancha. Cierro con el tenedor, pinto con huevo y al horno precalentado a 160º hasta que se doren. Rico y rápido bocado, ideal para picar con un vasito de vino viendo un poco la tv. Como son muy grandes con 3 o 4 se hace una buena ración, algunos estómagos incluso se conformarían con 2.